En pocos días, Christophe, de 48 años, un cambio de aseguradora para su crédito, suscribe la compra de su casa hace diez años. “Los medios hablaron mucho sobre la ley Lemoine el año pasado (en 2022)Finalmente comencé en diciembre. El proceso fue un poco tedioso, pero debería ahorrarme 4.000 euros durante los últimos diez años del préstamo”se regocija
Promulgada hace apenas un año, al final de una serie legislativa con idas y venidas, la ley Lemoine del 28 de febrero de 2022 autorizó el cambio de seguro de préstamo en cualquier momento, sin cargo, a partir del 1oh Septiembre de 2022. Hasta ahora, era posible hacerlo durante el primer año del contrato, luego una vez al año, en su aniversario.
“Era el momento adecuado para introducir este derecho cuando se avecinaban problemas de poder adquisitivo”, cree la diputada Patricia Lemoine (Renacimiento), quien presentó la ley con el objetivo de impulsar la competencia. En muchos casos, los contratos colectivos vendidos por las aseguradoras bancarias en el momento de la firma del préstamo son efectivamente más caros que los contratos con tipos más individualizados contratados fuera del banco, “por delegación”.
La ley también prohibió a las aseguradoras, a partir del 1oh junio de 2022, para someter al prestatario a un cuestionario de salud si tiene menos de 60 años al final del préstamo y la suma asegurada no supera los 200.000 euros. La idea: permitir que todos los prestatarios, independientemente de su estado de salud, estén cubiertos en las mismas condiciones, sin primas adicionales ni exclusión de garantías.
11 mil millones de euros
Estas novedades fueron vivenciadas como un big bang por los actores de este mercado en 11.000 millones de euros en aportaciones anuales. Las apuestas financieras son colosales, tanto para las aseguradoras bancarias, que dominan ampliamente el mercado con el 88% de las cotizaciones, como para las aseguradoras externas, que llevan años con la mirada puesta en este gran pastel, y los cortesanos. Durante los debates que acompañaron la aprobación de la ley, las aseguradoras de ambos lados esgrimieron la amenaza de graves efectos colaterales.
La apertura del mercado acentuará la desmutualización, es decir la individualización de las tarifas, y así generará alzas de precios para los malos perfiles de los prestatarios, dijeron los banqueros.
Las aseguradoras externas explicaron que el fin del cuestionario de salud impulsaría el precio para los clientes jóvenes que se endeudan menos de 200.000 euros, porque habría que trasladar la ausencia de primas y exclusiones, pero también el riesgo de «antiselección»: que las personas que saben que están a punto de morir o de dejar de trabajar piden prestado para beneficiarse (ellos o sus herederos) del reembolso por parte de la aseguradora.
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