Pakistán, al borde del default, no logró llegar a un acuerdo integral con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener dinero fresco, tras diez días de intensas negociaciones en Islamabad. Sin embargo, la institución monetaria señala “progreso significativo (…) medidas de política para corregir los desequilibrios internos y externos”. El país de 220 millones de habitantes está al borde del abismo: solo quedan 2.900 millones de dólares (2.700 millones de euros) de reservas de divisas en las arcas del Estado, apenas para cubrir un mes de importaciones. Las discusiones tuvieron como objetivo liberar el último tramo de $1.100 millones de un préstamo escalonado, otorgado en 2019, por un monto total de $6.500 millones.
El FMI había suspendido el desembolso del préstamo en 2022, aplastando que el gobierno pakistaní no hubiera implementado las reformas necesarias para facilitar la entrada de dinero. La institución monetaria exigió en particular el fin de los subsidios a los combustibles y la electricidad establecidos por su antecesor Imran Khan en febrero de 2022, antes de su destitución, y que tensan las finanzas públicas. La decisión es aún más difícil de tomar ya que los paquistaníes ya están sufriendo un aumento récord de precios. En febrero, la inflación de los precios minoristas alcanzó el 27,6%, la de los productos alimenticios casi el 40%.
El acuerdo con el FMI es fundamental para desbloquear préstamos de países amigos: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y China. La delegación del FMI encabezada por Nathan Porter debía regresar a Washington el viernes 11 de febrero. Las autoridades paquistaníes se mantienen optimistas y aseguran que se ha llegado a un acuerdo sobre lo esencial. El FMI está pidiendo a Pakistán medidas drásticas para liberar el préstamo, así como garantías. Muchos compromisos no se han cumplido en el pasado.
Petróleo ruso de bajo costo
Los principales puntos conflictivos se relacionan con el aumento del costo de la gasolina, la electricidad y el gas para reducir la deuda del sector energético, la reducción del déficit presupuestario, el fin de las exenciones de impuestos a la exportación y una mejora en la recaudación de impuestos, que es muy débil. debido al tamaño de la economía informal. El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, argumenta que el país ni siquiera se ha recuperado de las inundaciones históricas que lo azotaron en el verano de 2022 y pide un programa por etapas. Quiere salvar a los hogares de bajos ingresos.
A pocos meses de las elecciones generales de octubre, y bajo la presión de su antecesor, Imran Khan, que se ha vuelto muy popular, el primer ministro todavía confía en evitar medidas demasiado dolorosas. En particular, quiere obtener envíos de crudo a bajo costo de Moscú a partir de marzo.
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