Diez mil pasos y más. ¿Dispones de once minutos al día, el 0,76% de tu tiempo diario, para tu salud? Así que dedícalos a una actividad física (AF) de intensidad activada, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta a 15 kilómetros por hora o hacer jardinería. Esos pequeños esfuerzos siete días a la semana -o quince minutos cinco veces a la semana- son suficientes para reducir significativamente el riesgo de mortalidad prematura, concluyó un estudio del equipo de Leandro García (Universidad de Cambridge) publicado el 28 de febrero en la revista Revista británica de medicina deportiva.
Con setenta y cinco minutos de actividad física de intensidad moderada por semana, la mitad de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un adulto (ciento cincuenta minutos de actividad física de intensidad moderada por semana, o sesenta y quince si la intensidad es sostenida), la mortalidad global se reduce un 23% en comparación con los individuos inactivos, según sus cálculos. La reducción es del 19% para la mortalidad cardiovascular y del 10% para la mortalidad por cáncer. Para una práctica a la altura de las recomendaciones de la OMS, la reducción es mayor, respectivamente en un 31%, 29% y 15%.
Sin embargo, la relación entre el volumen de actividad física y la reducción de la mortalidad no es lineal. Más allá de los trescientos minutos por semana de AP compensado, o ciento cincuenta de AP sostenido, los beneficios adicionales se vuelven marginales. En cuanto a los cánceres, los autores analizaron la incidencia (aparición de nuevos casos) según el nivel de actividad física de una quincena de tumores. Se encuentra un efecto protector de PA para tumores de cabeza y cuello, leucemia mieloide, mieloma y cáncer de estómago. En cambio, no existiría una asociación significativa para otras localizaciones, como la próstata o el riñón.
Una de cada diez muertes evitables
Si estos nuevos resultados no sorprenden por sus méritos (ahora sabemos que, en términos de actividad física, un poco es mejor que nada), deben subrayarse por su poder estadístico. Los científicos de Cambridge realizaron un metanálisis de 196 artículos, incluidos datos de 94 cohortes, con un total de más de 30 millones de participantes. Para reducir el riesgo de sesgo, se excluyeron los estudios con menos de 10 000 participantes, así como aquellos con un seguimiento de menos de tres años.
Si todos los sujetos incluidos en el metanálisis hubieran tenido un nivel de AF acorde con las recomendaciones de la OMS, se podría haber detenido el 16 % de las muertes prematuras, estimaron los investigadores. Y, a la mitad del nivel (es decir, los once minutos al día, siete días a la semana de AP reflexivo mencionado al comienzo de este artículo), se podría haber evitado una de cada diez muertes prematuras. Sabiendo que las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las principales causas de muerte en serie en todo el mundo (en 2019, fueron responsables de 17,9 millones y 9,6 millones de muertes, respectivamente), las ganancias en términos de salud pública son potencialmente colosales.
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