Todas las personalidades citadas en el “Qatargate”, el escándalo de corrupción que salpicó al Parlamento Europeo pero que involucra, además del emirato, a Marruecos y Mauritania, pronto habrán abandonado su lugar de detención. El miércoles 12 de abril, el juez de instrucción Michel Claise, a cargo del caso, autorizó la liberación de Eva Kaili, de 44 años, la exvicepresidenta griega de la asamblea. Colocada ahora bajo un brazalete electrónico, la socialista electa había sido detenida el 9 de diciembre de 2022. Estaba en posesión de 150.000 euros en efectivo. Su padre, detenido pero liberado rápidamente, llevaba una maleta con 750.000 euros que ella le había dado.
METROA mí Kaili confirmó a los investigadores que había sido incriminada por su pareja, Francesco Giorgi, quien estaba en estrecho contacto con el ex eurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri. Este último, que obtuvo el estatus de arrepentido, ha confirmado, durante su confesión, por el contrario, que el ex periodista estrella de la televisión griega estaba en el centro de las maniobras que orquestó con Giorgi, en particular a través de las fundaciones que había creado en la capital belga.
El señor Panzeri también obtuvo, a fines de la semana pasada, el derecho a continuar su detención en su domicilio, bajo vigilancia electrónica. Otro diputado al que designa como beneficiario del dinero pagado por el régimen qatarí, el socialista belga Marc Tarabella, quedará en libertad antes de que finalice la semana. Desmiente las palabras del señor Panzeri, quien sostiene que iba a recibir un total de 250.000 euros.
La libertad condicional de todos los implicados, que continúan bajo investigación, indica que el juez de instrucción cree ahora que tiene todos los elementos para concluir su caso.
Medidas poco ambiciosas
¿Qué consecuencias tendrá esto para el Parlamento Europeo, la operación no ha revelado muchos defectos? Obviamente, la institución aún no ha cambiado. El plan de catorce puntos presentado por su presidenta, la maltesa Roberta Metsola, el pasado 12 de enero, para proteger a la asamblea legislativa de los conflictos de intereses y la influencia de lobbies de todo tipo avanza, pero lentamente.
Se espera que el lunes 17 de abril la mesa del Parlamento -su órgano rector- adopte una de las propuestas más importantes del presidente, pero en una versión mucho menos ambiciosa de lo esperado. Los eurodiputados que hoy pueden, al final de su mandato, trabajar en cualquier lugar, sin ningún período de espera, ahora tendrán que esperar seis meses -y no dos años, como se requiere- si quieren ocupar una función que les lleva a utilizar su dirección libro en Estrasburgo, por ejemplo, trabajando para un grupo de interés.
Te queda por leer el 36,91% de este artículo. Lo siguiente es solo para suscriptores.