Totalmente abrumado, el PSG fue superado en Mónaco (3-1), el sábado 11 de febrero durante los 23mi jornada de la Ligue 1, y se hunde en la duda a tres días del choque ante el Bayern de Múnich en la Champions League.
Esta dura derrota, que llega justo después de una ignominiosa eliminación en Marsella en la Copa de Francia (2-1), no hace más que confirmar la catastrófica situación del club capitalino. Con la reanudación de las competencias nacionales tras el Mundial 2022, esta selección está irreconocible y su juego se va desmoronando un poco más con cada una de sus salidas.
Es cierto que París se vio privado de varios jugadores importantes (Kylian Mbappé, Lionel Messi, Marco Verratti, lesionados) y el once de Christophe Galtier fue experimental. Pero el técnico parisino no podrá refugiarse mucho tiempo tras la excusa de las ausencias mientras su tropa parece haber perdido pie en las últimas semanas.
Para Galtier, el estado de gracia al inicio de la temporada ya es historia antigua, y es con una enorme presión sobre sus hombros que deberá preparar la llegada, el martes 14 de febrero, al Parque de los Príncipes, de seis -veces campeones de Europa.
Viendo el angustioso espectáculo que ofrece el PSG en el Principado, el Bayern tiene motivos para estar tranquilo aunque Messi y Verratti hayan encontrado su sitio en tres días. Después de esta caída sufrida en el Peñón, es precisamente con la moral baja y un entrenador extremadamente debilitado que los campeones de Francia, derrotados por 4mi veces en un mes y medio, dará la bienvenida al ogro bávaro.
A este ritmo, el líder parisino podría incluso preocuparse por defender su título nacional, el Mónaco, su nuevo subcampeón provisional, al estar a tan solo 7 puntos de la clasificación de la Ligue 1 antes del partido del OM.mi en 8 largos – en Clermont, sábado por la noche (21 h).
Defensa a raya
Todo le salió mal al Paris, que encajó un gol de Aleksandr Golovin en el 5tomi minuto aprovechando la apatía de una defensa desesperada, como el joven El Chadaille Bitshiabu, en gran parte de falta en este pero como en el siguiente anotado por Wissam Ben Yedder (18mi). El internacional francés se ofreció entonces a sí mismo un doblete (45mi+2) para subir a lo más alto de la clasificación de goleadores de L1 empatado con Rémois Folarin Balogun (14 goles).
La incorporación podría incluso haber sido mayor sin los múltiples desfiles de Gianluigi Donnarumma (15mi27mi40mi82mi90mi+1), habiendo reducido la marca el joven Warren Zaire-Emery poco antes del descanso (39mi).
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Jugar
Suficiente para despertar la ira de la afición parisina concentrada en el estacionamiento de visitantes del estadio Louis-II, que desplegó una pancarta inequívoca («Despierta, nos estás haciendo reír a carcajadas») antes de pedir a los jugadores parisinos que «mojar la camiseta» y ahumar el recinto monegasco con artefactos pirotécnicos.
Galtier siempre podrá justificar las muchas ausencias y una «pequeño virus» habiendo afectado a parte de la plantilla lo que le obligó a modificar de arriba abajo su equipo estándar. Pero a la hora de afrontar los grandes plazos europeos, la falta de resiliencia psicológica de sus hombres es tan preocupante como las numerosas quiebras individuales, como la de Neymar, transparente durante todo el partido, cuando se suponía que iba a ser el líder del PSG en la ausencia de Mbappé, Messi y Verratti.
La única buena noticia: vuelta al cole a los 79mi minuto de Presnel Kimpembe, lesionado de larga duración en el tendón de Aquiles, el primero desde el 13 de noviembre.
Una cosa es segura tras este escozor de revés: el encuentro ante el Bayern será crucial para lo que resta de temporada del PSG y, sin duda, para el futuro de Galtier, que jugará muy en grande el martes.