Se repite la historia: llenar el tanque con diésel vuelve a ser más caro que la semana anterior. El litro alcanza esta semana una media de 1,688 euros, tras subir un 0,1%, el incremento más ligero de las últimas trece subidas, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea publicado este jueves. De esta forma, el gasóleo se queda muy cerca del máximo anual alcanzado en enero, cuando el litro se vendía a 1,704, y prosigue en la carrera imparable de subidas desde principios de julio. Solo en los últimos tres meses, acumula un alza del 17,3%.
Sin embargo, quien se acerque a repostar gasolina va a pagar ligeramente menos que la semana pasada. El precio del litro de este combustible baja por primera vez, tras doce semanas al alza y se vende a 1,752 euros, alejándose así del máximo anual al que había escalado la pasada semana (1,759 euros). El descenso en este caso ha sido del 0,5%. El final de las vacaciones de verano, que supone una disminución en la demanda debido a un menor número de desplazamientos, empieza a reflejarse en los precios, que no están exentos de nuevas subidas provocadas, principalmente, por el repunte del precio de su materia prima: el petróleo. El barril de brent, que se toma como referencia en Europa, superó los 94 euros la semana pasada, aunque su importe se ha moderado en los últimos días.
Si se toma como punto de referencia el inicio de la invasión rusa en Ucrania, la gasolina se ha encarecido un 9% y el gasoil lo ha hecho casi un 15%. Por aquel entonces, el precio medio de un litro de gasolina era de 1,609 euros, mientras que el del diésel rondaba 1,497 euros. Si se compara con el mismo mes del año anterior, el alza del importe en origen es de un 4,5% para la gasolina, mientras que el diésel era un 6,7% más barato. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hace un año estaba vigente el descuento obligatorio de 20 céntimos por litro que aprobó el Gobierno, por lo que en realidad los conductores de gasolina pagan en el surtidor casi un 19% más que entonces, y los de gasóleo un 5% más. Los precios actuales suponen que llenar de gasolina un depósito mediano (55 litros) supone desembolsar más de 96 euros, mientras que la misma operación con gasoil sale a 92,82.
Jorge León, vicepresidente sénior de Rystad Energy y experto en el mercado de los carburantes, aclara que el anuncio desde Rusia de suspender las exportaciones de carburantes, debido a problemas de abastecimiento en el sur del país, provocó que los márgenes del diésel aumentasen en las últimas semanas, lo que ha empujado los precios al alza. A esto hay que sumarle el aumento del margen de beneficio en las refinerías. El sector, que vio paralizada su actividad durante la pandemia, atraviesa un buen momento gracias a la rápida recuperación del consumo.
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Petróleo caro
Otro factor determinante ha sido la evolución del precio del barril de brent, que ha aumentado desde finales de junio, cuando estaba a 70 dólares, hasta situarse la semana pasada en 94,36, el punto más alto desde octubre de 2022. León explica que normalmente pasa un tiempo hasta que los importes del crudo se trasladan a los de los carburantes. “En los siguientes días veremos un poco más de este encarecimiento debido a que la subida del petróleo va a empezar a reflejarse en la de la gasolina y diésel”, señala el experto y añade: “En Estados Unidos, por ejemplo, donde hay menos impuestos a los combustibles, el traslado de los precios ha sido más veloz y hemos visto cómo han subido”.
Las alzas de los combustibles han empezado a repercutir de nuevo en la inflación, que repuntó hasta el 3,5% en septiembre, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sectores como el transporte, la minería, la industria y la agricultura dependen en gran medida del diésel, por lo que su encarecimiento golpea los costes de producción de estas actividades. La manufactura, específicamente, ha visto como los insumos han subido de precio ante el alza de los carburantes.
España, por debajo de la media de la eurozona
Con la última actualización del boletín petrolero, España se mantiene por debajo de la media de la eurozona, donde la gasolina se paga a 1,905 euros por litro. Los países con los precios más altos para llenar el tanque con gasolina son Países Bajos y Dinamarca, ambas con un importe que ronda los 2,1 euros por litro. Este último país es conocido por los elevados impuestos ambientales asociados al transporte. Mientras que Suecia (2,215 euros) marca el techo comunitario para el diésel.
Por el contrario, los países de la región donde menos se paga por el combustible son Polonia, que mantiene el precio más barato para la gasolina de 1,307 euros, y Malta, donde el gasóleo se vende por 1,210 euros.
España se mantiene igualmente por debajo del promedio si la comparativa toma en cuenta a todos los países de la Unión Europea. La media del grupo de los 27 se sitúa en los 1,824 euros por litro de gasolina, mientras que el gasóleo ronda los 1,789 euros.
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