El Congreso de los Estados Unidos aprobó el miércoles 1oh Marcha una ley que limite las inversiones responsables en fondos de pensiones, lo que debería permitir al presidente Joe Biden usar su derecho de veto por primera vez.
Los republicanos están en contra de la idea de tener en cuenta criterios ambientales, sociales o de gobernanza en las decisiones financieras. Creen que se trata de una postura ideológica.
En el Congreso apuntaron a una medida puesta en marcha por el Departamento del Trabajo en enero, que facilita este tipo de inversiones en los fondos de pensiones estadounidenses.
El republicano Andy Barr, autor de la ley que prevé el desmantelamiento de esta medida, reveló que «politizaron los fondos de pensiones de los estadounidenses y pusieron en riesgo sus pensiones».
Esta ley fue aprobada el martes en la Cámara, y adoptada el miércoles en el Senado por 50 votos contra 46. Varios senadores demócratas votaron con los republicanos. Entre ellos se encuentra el senador estatal minero de Virginia Occidental, Joe Manchin, ya conocido por torpedear muchas de las ambiciones climáticas y sociales de Joe Biden.
Primer veto a la presidencia de Biden
El presidente de Estados Unidos está decidido a bloquear un texto «inaceptable»según su portavoz Karine Jean-Pierre. “Él vetará esta ley si llega a su escritorio”, había advertido el miércoles antes de la votación en el Senado. Este será el primer veto de la presidencia de Biden.
Este texto también ha sido muy criticado por organizaciones ecologistas. “Evitar que las personas tomen en cuenta los riesgos financieros asociados al cambio climático, cuyos efectos ya están sintiendo, solo servirá para dañar sus ahorros”denunció uno de ellos, el Sierra Club, en un comunicado de prensa.
Este texto es el último ejemplo de debates culturales extremadamente amargos, que dividen a Estados Unidos en cuestiones de género, orientación sexual o clima.
En agosto de 2022, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, una estrella en ascenso de la extrema derecha y asesino de la «wokismo», ya había ordenado a los banqueros que gestionan los fondos de pensiones de su Estado que no tuvieran en cuenta estos criterios. instó a «Priorizar la seguridad financiera de los habitantes, en lugar de nociones fantasiosas de un futuro utópico».