Las directivas de la extinta Piso Líneas Aéreas volver a estar bajo la lupa de la justicia por la tragedia en la que surgieron 22 personas en 2011. Es que la Cámara Federal de Casación anuló el sobreseimiento dictado el juzgado federal de Bariloche, instó a los impuestos a actuar de manera urgente y llamar a indagatoria a los imputados.
El 18 de mayo de 2011 la aeronave Saab 340 matrícula LV-CEJ de Sol despegó de Neuquén hacia Comodoro Rivadavia con 22 ocupantes a bordo pero cayó cerca de las localidades de Los Menucos y Prahuaniyeu, en Río Negro. Todos los pasajeros y tripulantes fallecieron.
El fallo de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal que se dio a conocer este lunes renovó la esperanza de los familiares de las víctimas de encontrar algo de justicia.
La sentencia de Casación anuló la resolución del Juzgado Federal de Bariloche que había declarado la prescripción de la acción penal. Decisión ratificada, como saben, por la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca.
Eso permitió el sobreseimiento de tres directivas de la compañía Horacio Angeli (63), Danilo Pojmaevich (60) y Juan Nyffenegger (68 años). Justo cinco días antes de la tragedia, se inscribió la conformación del directorio: Angeli era el presidente y Pojmaevich, el vice.
Además, los jueces Mariano Borinsky y Carlos Gemignani ordenaron que «con la urgencia que el caso requiere» se ve para resolver la causa. El otro mensaje directo para la Justicia de Bariloche, que incluye a jueces e impuestos, fue resaltar que nunca impulsó el expediente en 11 añosPesar a que es un proceso de oficio.
«Los únicos que impulsaron la causa fueron los querellantes. Por lo tanto, Casación llamó la atención a los jueces que sobreseyeron», explica un Clarín Romina Barreto y Débora Ferrari, esposos de las familias del chofer Juan Raffo (45) y el pasajero Juan Manuel Ruiz (29).
Y aclaran sobre los próximos pasos: «Ahora el juzgado debería imputar y citar una declaración indagatoria a las directivas antes de mayo de este año para que no prescriba la causa. Porque la indagatoria interrumpe el plazo de prescripción y ahí volvemos a contar los 12 años para que prescriba».
Asimismo, Casación fue por más al disponer que se les impute una calificación jurídica más grave, de lo que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión (art. 190, tercer párrafo Código Penal) a los que ejecuten cualquier acto que ponga en peligro la seguridad de una aeronave. Antes los empresarios eran acusados de «estrago culpable agravado» que tiene una pena máxima de 5 años (art. 189 Código Penal).
El Juzgado Federal de Bariloche, un envío del juez subrogante Gustavo Villanueva, tiene que retomar el caso. Su antecesor, también subrogante, Gustavo Zapata fue el que sobreseyó a los acusados. Siguio la misma linea que el anterior juez, Leónidas Moldesque a un año de la tragedia, había decretado la falta de mérito para los directivos.
Las abogadas Barreto y Ferrari solicitaron este martes ante el juzgado federal de Bariloche la imputación y citación a indagatoria de forma urgente a Angeli y Pojmaevich.
«Estamos esperanzados con esta resolución. Nuestra intención siempre fue llegar a la verdad, por eso queremos agotar todas las instancias posibles», cuenta la viuda del piloto, Marcela Bastit, en diálogo con Clarín.
A lo largo de esta década, desde que pasó la tragedia, fueron muy pocos los familiares de las víctimas que se presentaron para ser quarrelantes. Hasta que finalmente quedaron solo Bastit y el papá de Juan Manuel, Juan Carlos Ortiz.
«Es una causa que nació con sentencia anticipada y fue mucho lo que tuvimos que andar y contra lo que hubo que luchar. Hicieron de todo para no investigar, para prescribir y hasta anticipadamente el juez Moldes prolongar la falta de mérito de los directivos”, dice Ortiz.
Y detalla: «En Bariloche habían dos expedientes, uno por la tragedia y el otro por el hallazgo de dos pozos en las mediaciones del área de recolección donde quemaron restos del avion y humanos. Del análisis de los huesos se encontraron restos de 21 de las 22 personas. Pese a esto, moldee rápidamente el archivo del expediente».
La tragedia de Sol:
El 18 de mayo de 2011, el piloto Juan Raffo y el copiloto Adriano Bolatti participaron en la ciudad de Córdoba en la aeronave Saab 340 matrícula LV-CEJ con nueve pasajeros a bordo. Hicieron escala en Mendoza y llegaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Neuquén.
la tripa no pudo averiguar sobre las condiciones climáticas de la ruta hacia su próximo destino, Comodoro Rivadavia, porque la oficina del Servicio Meteorológico en esa ciudad funcionaba de 9 a 16. Eso lo que da cuenta el informe de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC).
Por tanto, el último parte era el de las 15, según la abogada Barreto, con lo cual estaba desactualizado.
Sin embargo, el piloto le preguntó al comandante Hugo Rodríguez -quien vino de pilotar un vuelo reciente desde Comodoro- sobre el estado de la ruta. El dijo que «estaba buena, normal».
Aunque la azafata de ese vuelo declaró que habian tenido turbulencias por engelamiento y serios inconvenientes para llegar bien.
El avión despegó con el objectivo de aterrizar en Comodoro Rivadavia a las 21.58. Eso nunca lo consiguió. A las 20.50 se emite una alarma en la que se declara el estado de alarma.
La aeronave perdió el control por un «entrenamiento severo de hielo» en las alas, es decir, «engelamiento».
Los tripulantes intentaron pedir ayuda a las torres de control de Ezeiza y Comodoro Rivadavia, pero no pueden ya que el avión no tenía un equipo de comunicación de alta frecuencia (VHF). Menos de media hora más tarde estrellaron en el paraje Prahuaniyeu, en Río Negro.
Otro hubiera sido el desenlace, explica la abogada, si el piloto hubiera podido recibir instrucciones a las torres sobre qué hacer o hacia dónde ir.
«El piloto no estaba capacitado por la empresa para hacer las maniobras de recuperación del avión en situaciones de gelamiento en una zona que se congela normalmente», explica Barreto.
Y declaró que «los directivos no son los únicos responsables por lo que pasó, sino también la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil)». Todos los controles fallaron y derivaron en la muerte de 22 personas.
mg