“Nuestro mensaje es: ¡aquellos que quieran arremangarse son bienvenidos en Alemania! » Esta sorprendente invitación del Canciller Olaf Scholz, realizada ante una audiencia de grandes jefes y tomadores de decisiones reunidos en Davos (Suiza), el 18 de enero, dice mucho sobre la evolución del consenso político al otro lado del Rin. La Alemania de Scholz, que dudó mucho tiempo en abrir sus puertas de par en par, ahora se supone transformada como un «país de inmigración»apoderarse de las plataformas más grandes del mundo para invitar a los extranjeros a unirse al país.
Es cierto que Alemania puede tener solo una opción. La brecha entre las generaciones nacidas entre 1950 y 1970 y las, casi la mitad, que nacieron a partir de la década de 1990 dejará un gran vacío en los fondos de pensiones y seguros sociales alemanes en los próximos años. Así, 13 millones de trabajadores abandonarán el mercado laboral en los próximos quince años, es decir, casi un tercio de todos los trabajadores disponibles actualmente. La agencia de empleo estima que 400.000 llegadas se deben a la necesidad de inmigración para compensar la pérdida de mano de obra al otro lado del Rin.
Más allá del aspecto financiero, el desafío humano es considerable: se necesitarán miles de personas adicionales para cuidar a las personas mayores, en un contexto en el que ya existe una grave escasez de mano de obra en casi todos los sectores, en particular la construcción, renovación de edificios o trabajo necesario para la transición energética. Se necesitarán empleados altamente calificados para apoyar el esfuerzo de digitalización y descarbonización al que se dirige la economía. El instituto de investigación laboral IAB tiene, a mediados de 2022, 1,9 millones de puestos de trabajo vacantes en todo el Rin, un récord absoluto en la historia del país.
Fin de los tabúes
La coalición de Socialdemócratas, Verdes y Liberales en el poder se ha comprometido, por tanto, a facilitar considerablemente la acogida de los extranjeros en Alemania, y sobre todo su deseo de permanecer allí. Varias reformas importantes han estado en marcha desde el otoño de 2022 para proporcionar a Alemania una “Legislación Moderna de Inmigración”, según la fórmula establecida en el seno del gobierno. Facilitación de trámites de regularización para inmigrantes indocumentados, flexibilización del reconocimiento de diplomas extranjeros, sistema de clasificación de puntos para candidatos inmigrantes, inspirado en el modelo canadiense, e incluso futura reforma de la ley de nacionalidad: todos los tabúes están saltando.
Te queda el 20,76% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.